Hoy queremos escribir acerca de consejos muy útiles, normas no escritas y recomendaciones que han hecho las delicias de algunas de nuestras asesoradas.

Empezaremos por lo más importante, el cuidado de la piel:
No aplicamos en nuestras sesiones de maquillaje lociones limpiadoras o exfoliantes faciales con mucha cantidad de ácido, resecan demasiado la piel. Nos gusta elegir con atención los productos más adecuados para cada tipo de piel y siempre que podamos, optar por soluciones naturales.
Olvídate de los cepillos faciales que venden y opta por una limpieza facial profesional cada 3 meses, en la limpieza está la clave.
Es preferible una mascarilla a la semana detox con productos naturales y a la siguiente semana una hidratante.
No aplicamos leches o lociones limpiadoras, no nos gustan, si te fijas en la composición, muchos de los ingredientes no respetan el PH de tu piel y crean adicción, cuando no lo usas tu piel empeora, es como un efecto rebote. La piel se regenera sola, así que cuanto más natural sea nuestra limpieza, más bonita y sana tendremos la piel.
Usa miel, aplica un poco y extiende bien, déjala actuar un poco y ya veras al retirarla como notas la suavidad y luminosidad. Queda limpia de forma natural.
El aceite de almendras dulces y el que tiene aloe vera son nuestros favoritos para desmaquillar e hidratar con una esponja grande redonda humedecida. Nos gusta el aceite de rosa mosqueta, lo aplicamos para determinadas zonas de la cara y el aceite de granada de Welleda es espectacular, lo usamos para todo el cuerpo mezclando con una espátula en un tarro con el de Nuxe. Para terminar el ritual de limpieza diaria usamos como tónico natural agua de rosas también de la marca NaturaFemme.
Nunca te laves con agua caliente ni templada, reseca y escama la piel. Siempre con fría.
Intenta beber algún licuado de frutas y verduras cada dos días; pepino, espinacas, manzana y apio o de granada, uvas rojas y naranja.
Allá vamos con los consejos a la hora de maquillar:
Son desde nuestro punto de vista, los que destacamos por los resultados que nos están dando. Vamos cambiando mucho pero estos son básicos en nuestros maletines para un perfecto acabado de maquillaje.
Cuando se tiene mala cara, cansancio, falta de sueño, sobre todo cuando maquillamos a novias, aplicamos un producto prebase que es de SkinClinic, DMAE Flash Cream. Es espectacular el efecto que deja en la piel.
Una prebase que da unos resultados buenísimos para las pieles con poros marcados, poco uniforme y con alguna que otra imperfección, es la de Elizabeth Arden Flawless Start Primer, deja un aspecto fresco de recién maquillada gracias a sus aceites y emolientes esenciales.
Las bases recientes que hemos probado a parte de las profesionales específicas que usamos de Harpo son: la de Urban Decay Naked Skin One and Done que es fluida, mate y ligera pero que aporta una naturalidad que no consiguen otras bases, la de Bobbie Brown Long Wear Even Foundation 5, la base en gel aporta un resultado ligero que conserva el color 12 horas incluso en las condiciones más húmedas, con vitaminas C y E y antioxidantes. Otra a destacar que para nosotros es de las mejores también es hello flawless oxygen wow por sus propiedades hidratantes; por lo que dura y por la protección de 25 que tiene. Lo más importante y lo indispensable es que SIEMPRE usemos base de maquillaje con protección solar y si no llevamos, no olvidemos nunca aplicar una crema hidratante o BB cream con protección y vitaminas.
Cuando quieras un efecto bronceado, el mejor producto de todos es el de Terracota en spray. Es impresionante el efecto tan natural y bonito que deja en la piel. Importante, si tenéis una base de maquillaje más clara del tono actual que tenéis, ya que la piel la tenéis bronceada, podéis seguir usándola, no es necesario comprar, el tinte de la marca Clinique aplicando un poco a vuestra base con una espátula en un frasco que no uséis, queda espectacular.
«No hay una sola manera de ser bella, no hay una sola definición de la belleza, sino tantas formas de ser bella como formas de ser una misma.» CHANEL, donde comienza la belleza.